Seguro que has ido a algún local o alguna fiesta, te has tomado un chupito y te has preguntado de dónde procede. Te sacaremos de dudas. Te explicamos el origen del chupito, sus tipos y, además, otras curiosidades.
¿Qué es un chupito?
Una pequeña consumición que, generalmente, está formada por contenido alcohólico (aunque hay versiones sin alcohol, para los abstemios) y es servida en pequeños vasos de cristal o vaso largo. Suele tomarse en grupo.
En nuestro país, está muy arraigado tomarla tras las comidas y el postre, como digestivo. Ocasionalmente, incluso es gratis.
También es normal consumirla en locales nocturnos, como discotecas o bares especializados; y, en muchas ocasiones, se organizan fiestas con chupitos en Madrid, en las que ellos son los protagonistas o te regalan alguno con la entrada al local.
Un chupito está pensado para que se consuma en uno o dos tragos, como máximo y tiene un volumen de 30 mililitros y un contenido de alta graduación.
Los orígenes
La razón por la que se empezó a consumir alcohol en cantidades tan pequeñas fue a consecuencia de la aplicación de la Ley Seca o Ley Volstead en Estados Unidos. Esta ley prohibió la fabricación, el transporte y la venta de productos alcohólicos entre 1920 y 1933 en todo el país. Pero hecha la ley, hecha la trampa; y, al poco tiempo, surgieron locales ilegales donde se vendían licores, llamados speakeasy. En ellos, obligaban a los parroquianos a beber muy rápidamente y en vasos pequeños, para que no les pillara la policía si irrumpía en el local.
Y así es como surgieron los chupitos.
Tipos y rituales
No todos los chupitos se beben de un trago. Los hay que tienen todo un ritual alrededor. Hay bares de chupitos en Madrid en los que la selección es extensa y cada chupito se toma de una manera diferente. Aquí tienes unos ejemplos acerca de cómo tomar un chupito en Madrid, aunque la lista es mucho más larga:
– Tequila: se sirve con un trozo de limón y un salero. Tú mismo debes echarte sal en el dorso de la mano, la lames, te tomas el chupito y chupas la pulpa del limón.
– Flambeados: el más conocido es la cucaracha. Se prende fuego al contenido y has de beberlo con una pajita, mientras aún está en llamas. No te lo bebas todo. Deja unas gotas, pues te puedes quemar. Es peligroso, pero delicioso.
– La aspiradora: se sirve en vaso de tubo. Lo tienes que agitar y has de bebértelo muy rápidamente. Después aspira con la pajita los vapores del alcohol. Así sube más pronto.
– Cerebrito: se componte de vodka rojo y Baileys y este último licor, al mezclarse, crea una forma particular, lo que da nombre al chupito.
– Semáforo: en un mismo vaso, se mezclan tres bebidas de densidades diferentes, lo que hace que queden tres capas que simulan eso, un semáforo. Está compuesto de granadina, Grand Marnier y licor de menta.
También hay juegos para consumir este tipo de bebida, con diferentes y divertidas normas para beber lo máximo posible en el mínimo tiempo.
En definitiva, la vía más rápida a tu diversión con licores.