La fiebre del Jägermeister lleva más de una década en nuestro país, aunque, por ejemplo, en Estados Unidos ya era un producto muy consumido desde los años noventa.

Sin duda, se trata de una de las bebidas que más fascinación genera entre quienes gustan de las buenas fiestas. Sin embargo, pese a que muchas personas conocen sus efectos, no son tantas las que conocen cómo este licor ha llegado hasta nuestros días.

Su origen es antiguo y vale la pena que nos recreemos con algunos de sus detalles.

Una trayectoria que viene de lejos

En primer lugar, comenzamos señalando que la denominación Jägermeister significa en alemán guarda de cacería. Tengamos en cuenta que esta práctica está relacionada con el origen de esta bebida. La preparaba una abuela en su propia casa y su fin era que su nieto, Curt Mast, pudiera salir a cazar caliente.

Recordemos que los inviernos de la actual región alemana de Baja Sajonia son muy duros, por lo que el disfrute de la caza en estas condiciones se complica. Salvo que lo hagamos más llevadero con algunos tragos de este licor.

En 1875 ya fue registrado este descubrimiento, pero iba a dar mucho más de qué hablar a posteriori.

¿De qué está hecho el Jägermeister?

Cuenta con una combinación de ingredientes realmente audaz, ya que podemos contabilizar hasta cincuenta y seis vegetales en su preparación. Entre los más relevantes, destacamos los siguientes: anís, jengibre, frutas, raíces de regaliz y especias.

Esta fusión de hierbas, flores y demás plantas se dejaba macerar el alcohol durante unos cuantos días. Luego se le añadían caramelo y azúcar, lo que aportaba un sabor inconfundible.

¿Cuáles son los beneficios de tomar Jägermeister?

Siempre que lo hagamos con moderación, calentará nuestro cuerpo, que es lo que conseguían sus primeros usuarios cuando salían a cazar. Su porcentaje de alcohol del 35 %, por otro lado, implica que se haya convertido en una de las bebidas espirituosas más apreciadas para ponerse a tono. No en vano el Jäger es el mejor chupito, por ejemplo, para gran parte del público millennial hipster. Su presencia en los bares y discotecas de prácticamente todo el mundo ya es habitual.

Pero, además, existen otras ventajas para la salud asociadas al consumo de este licor. Por ejemplo, las mejorías en el tracto intestinal, antiinflamatorias, reductoras de los gases, anestésicas y antisépticas.

¿De dónde viene su logo?

Millones de personas relacionan la cabeza de un ciervo sobre un fondo rojo del que también salen rayos de luz con Jägermeister. Sin embargo, lo que desconoce la mayoría es que esta composición es un homenaje a los patrones de los cazadores: San Eustaquio y San Huberto.

Una bebida con un presente y futuro extraordinarios

No puede faltar en una fiesta privada en un pub, pero tampoco en eventos más abiertos. Es el shot de moda entre amplios sectores sociales.

En definitiva, la fiebre del Jägermeister ya lleva años entre nosotros y no parece que vaya a remitir. ¡Tómate un chupito a nuestra salud!