Cada vez son más las personas que muestran un creciente interés por los vinos de Madrid. Desde hace ya varios años beber vino en Madrid es una costumbre cada vez más generalizada, contribuyendo a que exista una importante cultura enológica en la capital.

¿De dónde procede esta cultura?

Desde 1990, Madrid da nombre a una Denominación de Origen propia con tres subzonas vitivinícolas: Arganda del Rey, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias. ¿Sabes que los vinos con Denominación de Origen en Madrid ocupan una extensión de unas 7.500 hectáreas de viñedo? Repartidos en un total de 54 municipios del sur de la Comunidad, la subzona de Arganda del Rey es la que más ayuntamientos comprende y la que mayor producción aporta a la DO.

El primer reglamento del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Madrid establecía en 1990 cuáles eran los vinos autorizados, reconociendo únicamente tres: tintos, blancos y rosados. Seis años más tarde, la normativa se cambió permitiendo incluir en la DO a los vinos espumosos.

En la actualidad, las variedades tradicionales autorizadas son:

Variedades tintas: Tempranillo y Garnacha, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah.

Variedades blancas: Malvar, Airén, Albillo, Viura, Parellada, Torrontés y Moscatel de grano menudo.

Algunos de los mejores vinos de Madrid llevan la indicación ‘Sobremadre’, refiriéndose a aquellos caldos, blancos y tintos, que permanecen con sus madres (posos y sedimentos en el fondo de los barriles) unos 180 días después de la fermentación, conteniendo así gas carbónico endógeno.

Tipología de la DO en Madrid

En 2004 se llevó a cabo la última modificación del Reglamento. Desde entonces, los vinos con Denominación de Origen en Madrid, dependiendo del tiempo mínimo de maduración, se clasifican en:

– CRIANZA: Vinos tintos, blancos y rosados que permanecieron en barrica de roble un mínimo de seis meses y que siguieron envejeciendo en la botella hasta completar los dos años.

– RESERVA: En los vinos tintos, son reserva si su crianza en barrica de roble y botella ha sido, como mínimo, de tres años. En la barrica debe permanecer 12 meses o más. Los vinos reserva blancos y rosados tienen que estar como mínimo dos años entre su crianza en barrica de roble y botella. Nunca pueden permanecer menos de medio año en la barrica.

– GRAN RESERVA: En los vinos tintos,son aquellos caldos que han envejecido un mínimo de dos años en barrica de roble. Después, debieron permanecer, como mínimo, tres años en botella. Los blancos y rosados Gran Reserva debieron envejecer en barrica de roble y en botella nunca menos de cuatro años. La crianza en la barrica ha de ser de seis meses a medio año o superior.

En los viñedos de la DO conviven 45 bodegas que llevan a cabo vinos elaborados con gran dedicación y cuidado. Entre los vinos con Denominación de Origen en Madrid destacan los producidos por viticultores que perseveran en rescatar las uvas autóctonas, como puede ser la garnacha. Además, existen bodegas, más bien pequeñas, que se dedican a elaborar vinos de producción ecológica de gran calidad.

Como ves, los vinos de Madrid despiertan cada vez más fascinación entre los wine lovers más exigentes. ¿Te encuentras tú entre ellos?